octubre 6, 2025
Medio Ambiente

CAR rescató y reubicó cuatro boas constrictoras en La Mesa y Anapoima en Cundinamarca

Aunque las boas no son venenosas, pueden causar mordeduras dolorosas. La CAR destaca su labor de conservación y prevención en entornos poblados.

* La institución enfatiza la importancia de la conservación de la fauna silvestre, la caracterización, investigación y capacitación sobre seguridad ciudadana y educación ambiental sobre estas serpientes que cumplen funciones ecológicas.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) realizó el rescate de cuatro ejemplares de boa constrictor que se encontraban en áreas urbanas de los municipios La Mesa y Anapoima, al tiempo que realizó su respectiva reintroducción a su hábitat natural, asegurando la mayor distancia posible y evitando interacciones negativas con los humanos.

Como parte de las acciones de manejo responsable de fauna silvestre en entornos poblados, tres boas, una de ellas de gran tamaño, fueron localizadas en diferentes puntos del perímetro urbano de La Mesa y trasladadas a su hábitat natural por funcionarios especializados de la Regional Tequendama de la CAR. 

Posteriormente, un cuarto ejemplar de aproximadamente dos metros de longitud fue hallado dentro de un colegio en Anapoima por personal administrativo, quienes actuaron con prontitud y notificaron a la autoridad ambiental.

“Es fundamental que la comunidad entienda que estos animales no representan una amenaza directa si se les respeta”, afirmó Nidia Cruz, directora regional de la CAR Cundinamarca. 

La funcionaria agregó que los procesos de su urbanización en la región a través de condominios han generado que cada vez se invada más el hábitat natural de las boas constrictor y se reporten mayor cantidad de encuentros con estas especies. 

Desde principios de 2023, la CAR ha reubicado cerca de 186 ejemplares de boa constrictor en la regional Tequendama. Pero, es muy posible que muchos de los individuos sean repetidos debido a la alta movilidad de esta especie y la posible duplicidad en los registros. 

A propósito del tema Nidia Cruz afirma que, “se vienen realizando mesas de trabajo con expertos en el tema – provenientes de la Universidad Nacional, el Ministerio del Medio Ambiente, Gobernación de Cundinamarca y las Secretarías de Ambiente de los municipios con presencia de los reptiles con el fin de establecer protocolos de marcación de los ejemplares, capacitar a los funcionarios relacionados con su rescate y reubicación, así como generar proyectos de investigación que permitan la caracterización de los mismos”.

Lo anterior, con el fin de clasificar correctamente las serpientes, saber de dónde provienen y así mismo contar con la información que permitirá conocer si los ejemplares son traídos de otras regiones del país por acción humana. 

También es vital conocer el ritmo de reproducción de estos animales, cuántos ejemplares se pueden identificar entre hembras o machos, sus hábitos de reproducción, alimentación y principales depredadores.

En consecuencia, las entidades involucradas avanzan en proyectos de investigación con equipos multidisciplinarios que permitan una caracterización adecuada de los ofidios, para así mejorar el tratamiento brindado por la presencia de estas serpientes en la región y así racionalizar y optimizar los recursos, así como la interacción con las comunidades.

Cabe recordar que, aunque la Boa constrictor no es venenosa, ni suele atacar a humanos, su mordedura puede causar dolor, inflamación o infecciones secundarias. Según el Instituto Nacional de Salud (INS), en Colombia existen más de 300 especies de serpientes, de las cuales solo el 16% son venenosas. Las Boas juegan un papel ecológico clave al controlar poblaciones de roedores y otros animales que pueden convertirse en plagas.

Para reportar avistamientos o rescates, la CAR dispone de una línea de atención 24/7 con el número 316 5244031.

Noticentro Colombia

Somos un medio alternativo de información para Cundinamarca y Colombia, el cual da difusión de los acontecimientos de interés general que ocurren en nuestra zona de influencia logrando posicionarse como un espacio ecuánime e independiente.